Y la nave de la jurisprudencia va...

Seguimos aquí, unos días después de la más reciente visita al juzgado. Ya muero porque termine este suplicio pero me autoinyecto de energía porque ya es lo final: una copia de la sentencia y el trámite del acta. Suena facilito. No lo es tanto. Siempre es medio molesto pararse en un lugar que representa mucho más que un trámite y que te recuerda cosas que desde cuando ha deseado una olvidar.

En la tarde junta cibernética con la gente del foro. Se pondrá divertido e interesante.

La Lennon trae una carga emocional difícil. La entiendo y la apapacho. La consiento y después de la actitud maternal me doy cuenta que, a pesar de los pesares, es mejor que se de sus dosis de realidad desde esta temprana edad. Por lo menos no crecerá en la ingenuidad o en la irrealidad, como me sucedió a mí.

Dos cotizaciones enviadas hoy. Con que una pegara la vida sería maravillosa. También debo de darme una vuelta a la escuela de Repúblicas. Ahí me podrán rentar un salón para impartir mis cursos de css y html. Pienso verdaderamente que la demanda sería alta. En fin, lo primero es lo primero: 9 a.m., visita al juzgado, 12:00 p.m., visita a Repúblicas, 6:00 p.m., junta cibernética. Mientras hay que terminar Manzanillo, que aunque no es una traducción urgente, más me vale terminarla. ¿Qué tal que me aceptan la cotización y se me junten ambas cosas? En fin. Mañana será otro día.

El 12 de este mes es cumpleaños de Nubia, no se me puede olvidar. Un día después es otro aniversario de la muerte de mi padre. Espero que pase inadvertido por exceso de trabajo.

¿Sabes cuáles son las mejores flores?



Por supuesto. Las azules.