El principio del fin - Parte 3
El periodo 1937 - 1940 fue el ocaso de la carrera fílmica de Louise. Participó fugazmente en la comedia When You're in Love, con Grace Moore y Cary Grant y en Three Mesquiteers, un western en donde su actuación prácticamente se limitó a sonreírle a John Wayne, a quien calificó como "un ser humano puramente bello".
El 30 de julio de 1940, Louise se dio por vencida y abordó un tren a Kansas, su estado natal.
La vida en Wichita fue "otro tipo de infierno". A la edad de 33 años, fracasada y sin planes a futuro, Louise se la pasaba alcoholizada y peleaba constantemente con sus familiares, en especial con su madre, Myra. Su único allegado era el hijo de su hermano Martin, Robert Brooks.
Con la ayuda financiera de Theodore Brooks, Louise puso una escuela de baile de salón, la Brooks-McCoy Studio of Ballroom Dancing. Por un lado, Louise se contentaba con las presentaciones esporádicas en aquellos lugares en donde su carrera había iniciado. Por el otro, se sentía frustrada al darse cuenta que su ciclo profesional se estaba cerrando.
En privado, Louise escribió un libro llamado "The Fundamentals of Good Ballroom Dancing" (Los Fundamentos del Baile de Salón), que se vendió en su estudio. Sin embargo, la escuela cerró a menos de un año de su apertura debido al ataque japonés a Pearl Harbor, situación que derivó en el poco interés de la población por tomar lecciones de danza en momentos de guerra.
Sus continuas borracheras eran del dominio público. Su relación con su madre fue de mal en peor. Myra repetía continuamente: "Louise es mi cruz". Esta, por su lado, hizo grandes esfuerzos por escapar de Kansas. Finalmente lo logro: para el 15 de enero de 1943 estaba de nuevo en Manhattan. Ahí realizó algunas participaciones en radio.
Myra Brooks falleció el 20 de abril de 1944, 15 meses después de ver por última vez a su hija Louise.
El periodo de 1943 a 1945 (cuando cumplió 39 años) fue uno de los más difíciles para Louise. Los años de fumar, beber y de llevar una vida de excesos le empezaron a pesar. Al respecto dijo "Siempre vi mi belleza como una maldición que hacía que me identificaran más como una prostituta que como una actriz. Ahora, por lo menos, entiendo que mi belleza fue una bendición. Mi falta de entendimiento sobre cómo comercializarla fue la maldición".
En 1946 encontró trabajo en la tienda Saks Fifth Avenue como vendedora. Vivía en un modesto departamento en la Primera Avenida y frecuentaba un bar local llamado Glennon's. Dos años después dejó el trabajo. De 1948 a 1953 vivió de lo que pudo. Finalmente trató de escribir su autobiografía: "Para ganar un poco de dinero, me senté y escribí la típica autobiografía. La llamé Naked on my Goat, una cita de Fausto de Goethe. Después, cuando leí lo que había escrito, lo tiré en el incinerador".
El problema fue que Louise hablaba tanto de su vida íntima como la de aquellos que la rodearon, un problema que trató de resolver con seudónimos. Después aceptó que realmente no deseaba escribir su verdad sexual.
A principios de los cincuentas, Louise abrazó el catolicismo y fue bautizada en 1953. Su vida permaneció sin alteraciones hasta que en 1955 recibió una carta de James Card en la cual le notificaba cómo París la había redescubierto. Louise menospreció su entusiasmo contestando una revelación asombrosa: "Desde el día en que fui al cuarto de proyecciones con Walter Wanger y el director para ver mi segunda película y los oí reírse de mi actuación, juré que nunca vería una película mía. Y no lo he hecho, ni siquiera he visto mis películas europeas".
Sin embargo la correspondencia entre ambos continuó y aumentó al pedirle Card que escribiera sus experiencias fílmicas. Cuando finalmente se conocieron, en Octubre, Card la descubrió descalza y en piyama, en un departamento limpio pero plagado de ginebra. Tal encuentro cambió los hábitos de Louise y la impulsó a cambiarse nuevamente de casa, esta vez a Rochester, Nueva York.
Card la hizo ver y analizar sus actuaciones, para lo cual Louise necesitó del valor que sólo la ginebra le pudo dar. Su primer trabajo fue un ensayo titulado "Out of Pandora's Box: Louise Brooks on G.W. Pabst", que apareció en la edición de septiembre de 1956 de la revista Eastman House.
A finales de 1957 y en compañía de Card, Louise regresó a Europa después de 27 años. En París visitaron a Henry Langlois antes de salir para Barcelona y Madrid. Sin embargo, durante toda la visita, tuvo problemas con su forma de beber.
Regresó a Rochester y solo volvió a dejar su departamento para una visita más a Nueva York, en donde Prix de Beaute fue exhibida en 1960.
Ese año murió su padre, Leonard Brooks, que finalmente había ascendido a Subprocurador General de Kansas. Louise no fue al funeral.
Su relación con James Card, que se negaba a dejar a su esposa, terminó a finales de 1963. Al terminar con él, Louise también decidió terminar su relación con la iglesia.
Su pasión no declinó con los años. Sus cartas mostraban el entusiasmo que sentía por las películas del momento: The Graduate, Bonnie and Clyde y The Loves of Isadora. Louise aseguraba que Ingmar Bergman era el mejor director del momento.
A principios de 1977 Louise necesitó una operación de cadera. Sufría no solo de osteoporosis sino de osteoartritis. Sin embargo, se negó a operarse. Cuando su hermano favorito, Teo, le reclamó tal decisión, Louise cortó relaciones con él.
El último artículo de su vida, "Why I Will Never Write My Memoirs", fue publicado en la edición de marzo de 1978 de England's Focus on Film. Ese año, Kenneth Tynan le hizo una entrevista extensa, de tres días de duración. Esta fue publicada en su libro "The Girl in the Black Helmet", en 1979. En su obra, Tynan revivió el culto a Louise Brooks, haciéndole recordar su vida pasada. Poco después, Louise supo que Mike Nichols quería filmar su vida. Rechazó todo intento por miedo a que explotaran su imagen.
Su salud empeoró: para 1979 cumplió 73 años. Sin embargo, encontró fuerzas para publicar sus ensayos en un libro llamado "Kansas in New York". La obra, publicada por Knopf en 1982 fue un éxito. Su economía mejoró un poco pero su salud no. De hecho, cuando alguien le anunciaba que la visitaría, ella contestaba: "Trae una pistola".
Un ataque cardiaco acabó con su vida, el 8 de agosto de 1985. Sus restos fueron cremados y enterrados en el Holy Sepulchre Cemetery de Rochester. Sus servicios funerales incluyeron el Himno a la Alegría así como la lectura de sus escritos.